MUERTE REPENTINA O VIOLENTA
Nadie se encuentra “preparado” para recibir la noticia de una muerte repentina o violenta, el shock es incuantificable, como así también el dolor por la pérdida.
El suicidio, hechos de inseguridad, accidentes automovilísticos, laborales, infartos masivos, abortos espontáneos, muerte súbita o en la niñez, dejan un vacío y sufrimiento difícil de dimensionar, por lo general este tipo de fin de vida es el más complejo de comprender y aceptar.
En estos casos las consultas tanatológicas se enfocan el apaciguar el sufrimiento y encontrar un sentido o explicación de la perdida, contener y acompañar en el proceso del duelo y construir junto al duelante un camino de entendimiento y aceptación.